Historia
El Beni fue el centro de una importante civilización Precolombina, conocida como Cultura Hidráulica de las Lomas. Desde más o menos 4000 años a.C. (probablemente antes: el dato actual se basa en las cerámicas datadas) hasta el siglo XIII d.C., la región fue asentamiento de importantes grupos humanos organizados en sociedades pre-estatales (en algunos casos muy centralizados), definidos como cacicazgos, potentados locales. El sistema se basaba, ambiental y económicamente, sobre el uso de específicas características ambientales (uso de plantas acuáticas como fertilizantes y gigantescos sistemas de pesca) y en la construcción de grandes obras hidráulicas que permitían la conexión entre los varios núcleos humanos en cualquiera estación, los cultivos también en la época de inundaciones (por esto la creación de campos de cultivo elevados visibles aun hoy en día desde el aire), de terraplenes, diques, canales y lagunas con función viaria y de pesca.
A la llegada de los españoles, la región ya estaba en plena decadencia desde hace cerca de tres siglos. De toda forma ella queda como uno de los centros de origen y propagación de muchos productos agrícolas de difusión mundial: tabaco, cacahuete omaní, algodón, yuca (Manihot esculenta), camote (Ipomoea batatas).
Después de una temporada de intenso interés por parte de los españoles en la primera fase de la época colonial, cuando se creía que el Beni pudiese ser unas de las sedes del mítico "El Dorado", o [[Paitití]], la región permanecerá en un estado de fuerte marginalidad por algunos siglos.
En la época republicana, entre la mitad del siglo XIX y el inicio del XX, el norte del Beni ha sido teatro del auge económico de la goma o caucho. La abundancia de árboles de siringa (Hevea brasiliensis) llamó en la región un grande número de personas, muchos aventureros y tropas de trabajadores, muchos de los cuales indígenas, que trabajaban en condiciones de semi-esclavidud. Por décadas, el área se transformó en una de las regiones más activas y dinámicas de Bolivia. Cachuela Esperanza, un importante centro de tránsito del caucho, a la orilla del río Beni, tenía a final del siglo XIX unos de los más equipados hospitales de Bolivia.
Actualmente la explotación siringuera ha casi desaparecido del área por la absoluta falta de rentabilidad frente a la producción del Asia meridional: muchas de las antiguas barracas caucheras han sido transformadas en estancias ganaderas. Sobreviven sólo pequeños productores locales de ponchos engomados para la navegación fluvial y otros objetos de uso tradicional.
Gobierno y Administración
De acuerdo con la actual Constitución Política de Bolivia, la máxima autoridad del Departamento es el Prefecto, similar a un Gobernador, pero con funciones restringidas. Desde 2005 el Prefecto es elegido por voto popular directo para un término de 5 años (anteriormente el cargo era designado por el Presidente de Bolivia).
De la misma forma, el Departamento del Beni cuenta también con un Consejo Departamental (similar a una legislatura departamental, pero con funciones restringidas) de 12 miembros llamados Consejeros. Cada provincia beniana recibe un mínimo de 1 consejero, siendo los consejeros restantes asignados de acuerdo al número de habitantes. La elección de los consejeros corresponde por ley a los municipios.
Provincias
El Departamento del Beni está constituido por 8 provincias.